El talento de alonso

Quizás el piloto más completo de la parrilla actual

La importancia de un piloto del talento de Fernando Alonso en un equipo que realmente pretenda luchar por el campeonato es algo indispensable. Las evoluciones de Renault cuando ha tenido al español al volante han sido claras, con cuatro campeonatos del mundo en dos años y una espectacular remontada la pasada estación, que les llevo a lo más alto del podio en dos ocasiones.

Este fenómeno no es fruto de la casualidad, si analizamos la evolución del equipo francés, observaremos como los resultados han llegado una vez que el asturiano se había integrado en el equipo y este había asumido una metodología de trabajo, en perfecta simbiosis con el faro de referencia que suponen los análisis técnicos de Alonso.

Cuando el piloto asturiano decidió pasar a McLaren, tan pronto pudo probar (antes de tiempo bajo autorización de su ya ex-equipo), Alonso redactó un correo electrónico a Ron Dennis con tres folios en word, donde detallaba la metodología de trabajo a seguir y aquellos factores claves hacia donde se debía orientar el desarrollo del monoplaza. Un detalle de aquel mail era la incomprensión del piloto a la necesidad de enviar todos los datos de la sesión de pruebas a la sede en Woking, para que los supercomputadores de allí la procesaran, en lugar de establecer un briefing (reunión para tratar la información obtenida y analizarla) inmediato a la conclusión de las pruebas y evaluar hacia donde dirigirse.

El resultado fue que el monoplaza que presentó McLaren el año siguiente fue capaz de ganar los dos campeonatos que finalmente se llevó Ferrari, quien aprovecho las guerras internas de los británicos que dejaron escapar su oportunidad. Fruto de todo aquel trabajo fue el monoplaza que ya sin Alonso pero con sus huellas por todas partes llevo a Hamilton a conquistar su primer mundial.

Por este motivo Fernando Alonso es tan necesitado en un equipo Ferrari que anda perdido desde la ausencia de Schumacher, piloto que no solo era capaz de hacer campeón a un patinete con tres ruedas como Alonso, sino de dar indicaciones tan ricas a los ingenieros que hacían palidecer a los modelos informáticos más sofisticados.

El gran drama de esta temporada tanto para Alonso como para Renault son la prohibición de los entrenamientos privados, donde los equipos podían probar sus evoluciones antes de llevarlas a la pista, que no sólo provocan situaciones como las vividas en el box Renault que al montar por primera vez el nuevo alerón delantero descubren que es incluso más lento que el anterior y dejan a Fernando en una clara desventaja llevándole a realizar declaraciones del tipo: "Sabíamos que iba a ser complicada y no ha pasado nada raro, ningún toque ni safety-car, así que tenemos la posición que nos merecemos", o bien conclusiones contundentes como: "La estrategia siempre es difícil de plantearla, pero de todas maneras eso apenas importa, porque cuando vas tan despacio no vale para nada. Si cargo mucho el coche voy atrás y no adelanto. Si lo llevo vacío pues pasa que luego te adelantan coches mejores al mío".

El problema para Renault es que su arma secreta, los 'consejos' de Alonso no existen porque este no tiene la oportunidad de probar y aportar su talento al equipo en el proceso de desarrollo, dejando huérfanos a los ingenieros y pidiendo al cielo: "Necesitamos un cambio en lo que sea. Llevamos desde Bahrein con el mismo coche y vamos para atrás porque el resto va mejorando. Nuestra posición actual está entre el 13 y el 14, y hemos quedado décimos. Voy a trabajar todo lo posible para recuperar el terreno perdido, pero está difícil la cosa mientras seamos tan lentos". El gran problema para el piloto español no puede replicar el dicho "a Dios rogando y con el mazo dando..." porque la FIA, este año, le ha robado el 'mazo'.